31 octubre 2005

(Mi) Halloween

29 octubre 2005

Hope There's Someone

La cita del día: Concierto de Anthony & the Johnsons en Valencia esta noche, en el Festival Greenspace. Esta canción es una de las tantas obras maestras de su discografía, y además pertenece a la banda sonora de "La vida secreta de las palabras", última película de la directora Isabel Coixet, que aún no he tenido el placer de ver, pero espero hacerlo en breve.

Hope there's someone
Who'll take care of me
When I die, will I go

Hope there's someone
Who'll set my heart free
Nice to hold when I'm tired

There's a ghost on the horizon
When I go to bed
How can I fall asleep at night
How will I rest my head

Oh I'm scared of the middle place
Between light and nowhere
I don't want to be the one
Left in there, left in there

There's a man on the horizon
Wish that I'd go to bed
If I fall to his feet tonight
Will allow rest my head

So here's hoping I will not drown
Or paralyze in light
And godsend I don't want to go
To the seal's watershed

Hope there's someone
Who'll take care of me
When I die, Will I go

Hope there's someone
Who'll set my heart free
Nice to hold when I'm tired

28 octubre 2005

Balsa de piedra




Cuando no me encuentro bien
salgo a la calle a pasear,
me refugio al pensar en tu voz,
en un mar apacible
lleno de abrazos..

Sentado sobre un pedestal
escuchando la lluvia caer
llega el viento sobre la ciudad
me arrastra contigo, azul,
entre las casas a oscuras...

Ríen las golondrinas al vernos pasar,
sobre los cementerios de coches y luces...
Tú en tu balsa de piedra,
yo en una playa vacía...

Recojo mis manos y voy
a llevarte cartas al portal;
con el tic tac de un reloj,
relleno las horas
de eclipses y lunas.

De vuelta a mi pedestal
te he encontrado vestida de abril,
el viento sobre la ciudad
me arrastra contigo, azul,
entre las casas a oscuras...

Rien las golondrinas al vernos pasar
Sobre los cementerios de coches y luces
Tú en tu balsa de piedra,
yo en una playa vacía...

Tú en tu balsa de piedra,
yo en una playa vacía...

27 octubre 2005

La Isla de las Emociones

Había una vez una isla en la que vivían todas las emociones y sentimientos humanos que existen. Estaban el miedo, el Amor, el Odio ... Un día el Conocimiento convocó una reunión inesperada.
-Tengo una mala noticia: la isla se hunde- dijo a todos.
-¡No puede ser! ¡Pero si vivimos aquí desde siempre! ¡Estás equivocado!- exclamaron las emociones al unísono.
-El Conocimiento casi nunca se equivoca -dijo la Conciencia dándose cuenta de la verdad-. Si él dice que se hunde, debe ser porque se hunde.
-¿Pero qué vamos a hacer ahora?- se preguntaron.
-Por supuesto cada uno puede hacer lo que quiera, pero les sugiero que construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella. La Previsión y yo hemos construido un avión y volaremos hasta la isla más cercana.
Todas las emociones se dedicaron a construir un barco para irse. Todas salvo el Amor.
-¿Cómo podría dejar esta isla después de todo lo que viví aquí?. Compartimos tantas cosas ...Y el Amor se subió a cada árbol, a cada rosa. Se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacer en otros tiempos. Acarició cada rama... "Quizá la isla se hunda por un ratito y después resurja...", pensó.
A pesar de que la isla se hundía cada vez más, el Amor no podía pensar en construir un barco. Estaba tan dolorido que sólo era capaz de llorar. Se le ocurrió que podía refugiarse en la zona más alta de la isla. Cualquier cosa era mejor que irse. Hacer una pequeña renuncia nunca había sido problema para él.
La isla seguía hundiéndose. El Amor se refugiaba cada día en un espacio más pequeño hasta que sólo quedó un trozo de suelo firme y el resto había sido completamente tapado por el agua.
Entonces comprendió que si no dejaba la isla, el Amor desaparecería para siempre de la faz de la Tierra. Pero ya no había posibilidad de construir una salida. Había perdido demasiado tiempo en llorar lo que desaparecía ante sus ojos. Así que se sentó a esperar el final en el último pedacito de isla que quedaba aún sin agua, cuando, de pronto, vio a un viejecito que le hacía señas desde un bote de remos.
-Ven. Sube y rema conmigo- le dijo el viejecito al Amor.
-Nunca volverá a existir una isla como ésta- se lamentaba el Amor mientras subía al bote.
-Como ésta nunca- dijo el viejo.
Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendió que gracias al viejecito estaba vivo e iba a poder seguir existiendo. Se giró para darle las gracias, pero éste se había marchado.
Entonces el Amor fue en busca de la Sabiduría. -¿Cómo puede ser?. Yo no lo conozco y él me salvó. ¿Quién es?.
La Sabiduría lo miró y le dijo: "Él es el único capaz de conseguir que el Amor sobreviva cuando el dolor de una pérdida le hace creer que es imposible seguir adelante. Él es el único capaz de darle una nueva oportunidad al Amor cuando parece extinguirse. Él te salvó, Amor, Él es el Tiempo".


Relato antiguo adaptado por Jorge Bucay

26 octubre 2005

Carta de embarque



"- Tendrás un oficio, una profesión, como ahora se dice.
- Tengo, tuve, tendré si fuera preciso, pero quiero encontrar la isla desconocida, quiero saber quién soy yo cuando esté en ella.
- ¿No lo sabes?
- Si no sales de ti, no llegas a saber quién eres.
- El filósofo del rey, cuando no tenía nada que hacer, se sentaba junto a mí, para verme zurcir las medias de los pajes, y a veces le daba por filosofar, decía que todo hombre es una isla; yo, como aquello no iba conmigo, visto que soy mujer, no le daba importancia, ¿tú qué crees?
- Que es necesario salir de la isla para ver la isla, que no nos vemos si no salimos de nosotros.
- Si no salimos de nosotros mismos, quieres decir.
- No es igual."